Las instalaciones están bien pero, no es un hotel para hospedarse en verano. Hacía muchísimo calor en todas las estancias y era imposible dormir. Nuestra habitación tenía un ventilador de techo que lo único que hacía era mover el aire caliente. Y mis amigos tenían una columna, supuestamente de frío que solo echaba aire caliente también. Las habitaciones eran hornos. Imagino que en plena temporada de invierno estarán geniales, pero en verano no pienso volver.
Los hombres que trabajan allí, bastante secos y desagradables, al contrario de la chica que estaba al hacer el checkout, que fue encantadora y muy amable diciéndonos qué poder hacer, pero ya seguíamos camino. Una pena que no estuviese el día que llegamos. El aparcamiento está súper a desmano y lejos del propio hotel, de hecho la primera noche tuvimos que dejar las motos en la calle y a la lluvia.
La ubicación muy buena.