Hotel bonito aunque regentado por gente rara.
Llegamos a las 19.00 y no tenían la habitación preparada porque no tenían controlada nuestra reserva a través de expedia.
El matrimonio que lo regenta es bastante extraño y confundido, aunque no parecen mala gente. Pueden ser muy amables o bastante impertinentes, por ejemplo, te dicen varias veces que no han recibido el pago de expedia (como si dependiese de ti) o te preguntan más de dos o tres veces lo mismo... no sé, un poco extraño.
El hotel es muy bonito, está muy limpio, el desayuno bien (sin tirar cohetes tampoco), nosotros oíamos roncar al señor de la habitación de al lado...
No sé... según nuestra experiencia no podemos decir que sea un sitio recomendable, porque entre unas y otras cosas no estuvimos muy cómodos...