Cuando llegas a un sitio nuevo siempre vas con la incertidumbre de si cumplirá con tus espectativas, pero bastó media hora para darnos cuenta de que habíamos acertado de pleno.
A la entrada de la urbanización nos esperaba Cecilia, una persona muy cercana y amable que nos guió tanto por el apartamento como por las instalaciones y alrededores. El apartamento limpio como una patena y provisto de todo lo que puedas necesitar e incluso más. Es pequeñito pero muy bien repartido, todo está en su sitio.
Tiene una terraza con una cristalera enorme que puedes abrir por completo y hacer vida en ella, ya que tiene una mesa con un pequeño sofá y sillas para poder comer mientras disfrutas de las vistas o ves la tv. Destacaría también la enorme y cómoda cama, no echamos de menos la nuestra, con tv en la habitación.
El apartamento tiene aire acondicionado, pero doy fe de que sólo lo puse un día 15 minutos. Mira que nos lo advirtió, de que no nos iba a hacer falta pese a los 30-32° que hubo todos los días (tenías toda la razón).
También dispones de dos bicicletas, una de paseo y otra de montaña, lo cual es un detallazo y tienes un carril bici por toda la zona. Otro detalle importante es que el apartamento dispone de cafetera Nespresso (varias cápsulas disponibles como detalle) y otra estilo italiano, así que como en casa.
Piscina enorme y sin aglomeraciones, buena plaza de aparcamiento cubierta, urbanización cerrada y vigilada con guardia de seguridad 24 horas, tranquilidad, varios chiringuitos a tiro de piedra para comer o tomarte algo con vistas espectaculares a buen precio (La Haragana, Tótem y Paradise Beach). La playa es enorme y nada masificada, el único "pero" es la gran cantidad de algas acumuladas en varias zonas de la orilla pese al trabajo diario de los operarios municipales, aunque hay zonas muy limpias para darte un baño a pocos metros del apartamento.
Cecilia nos recomendó varios sitios para comer en Punta del Moral, a 2 Km, y en uno de ellos probamos el mejor arroz caldoso de nuestra vida. El sitio es Casa Miguel Ángel y Micaela, un arroz con coquinas y gambas a 10 euros la ración.
Muchísimas gracias por todo Cecilia y Rogelio que, aunque no nos conocimos en persona, ahí estabas al pie del cañón para resolver las dudas vía WhatsApp.
Sin miedo a equivocarnos, creemos que han sido nuestras mejores vacaciones y amenazamos con volver en 2020. Tanto mi mujer como yo hemos venido encantados a todos los niveles y con ganas de más.