De entrada, pensamos que nos habían timado: el GPS nos llevó a una carretera comarcal a las afueras del pueblo, llamábamos al dueño y nos salía la contestadora, mandábamos Whatsapp y no respondía… Pasada una media hora decidimos caminar el pueblo a ver si, por la foto, encontrábamos la casa. Había una mujer en una calle, como esperando y le preguntamos. Era la esposa del dueño. Ahí todo se arregló. Nos explicó que él estaba trabajando y no podía atender el teléfono.
La casa es agradable, estaba muy limpia y bien surtida de todo: sábanas, toallas, implementos de cocina, platos, vasos… La señora se expresa muy bien en inglés, y fue muy amable. Si no hubiera sido por el hecho de que la dirección en Vrbo está incompleta, y el GPS está mal situado, habría sido perfecto.